martes, 30 de julio de 2013

Ubuntu Edge: ¿Es la financiación colectiva una vía para crear un móvil que compita con los actuales?



  • El planteamiento es crear 'el teléfono móvil del futuro' con 30 millones de dólares
  • En los cuatro primeros días ya han alcanzado casi los 6 millones
  • El Edge funcionaría con dos sistemas operativos: uno propio y una versión de Android





















LOS EXPERTOS se preguntan cuál de las plataformas móviles actuales dominará el mercado en el futuro, pero mientras tanto hay valientes que se animan a plantear nuevo hardware y software que compita con los terminales iPhone, Android, Windows Phone, Nokia y Blackberry que acumulan prácticamente todo el mercado.


Un nuevo gadget surgido con ese planteamiento es Ubuntu Edge, que acaba de inaugurar una agresiva forma de hacer valer su planteamiento: recaudar 32 millones de dólares a través de una plataforma de financiación colectiva para fabricar unos 40.000 terminales entre los primeros usuarios.



El hecho de que además quieran recaudar la millonaria cifra en tan solo 30 días es rizar el rizo. Hay un sinfín de empresas tecnológicas que no consiguen cifras similares –si acaso se acercan– durante toda su vida. Es más una cantidad propia de la adquisición de empresas punteras que de un diseño conceptual. Desde luego el mundo de la financiación colectiva (crowdfunding) no se había dado hasta la fecha un caso parecido. El récord actual, que ostenta una consola de videojuegos, está en unos 9 millones de dólares.


La apuesta de Ubuntu Edge se conoce hace tiempo, y desde luego no parece que sea fácil de llevar a cabo. Sin embargo, en los tres primeros días ha recaudado ya 6 millones de dólares, una cifra récord de por sí, lo cual es buena señal, sobre todo porque además las aportaciones de los futuros usuarios parecen bastante 'normales' y sin truco: tan solo 4 personas han comprado el modelo VIP especial (10.000 dólares) y ninguna empresa ha comprado el paquete de 100 terminales por 80.000. La mayor parte de las donaciones son de unos pocos dólares por el privilegio de ser pionero y mantenerse informado o bien de unos 600 dólares por comprar una de las primeras unidades.


En cuanto a características del Edge, el propio Mark Shuttleworth, propietario de la compañía, ha explicado algunas de ellas y el transfondo de la idea. Viene a decir que del mismo modo que los fabricantes de automóviles tienen la Fórmula 1 para realizar pruebas carísimas y luego incorporar esas innovaciones en los modelos a nivel industrial, no existe un equivalente en el mundo de los gadgets móviles.



Su idea es fabricar en serie unos 40.000 terminales de auténtico lujo, como si fueran prototipos, y hacer que miles de personas puedan probarlos. A partir de ahí surgirían análisis, mejoras y otras innovaciones para futuros modelos. Algo así como construir bajo pedido una pequeña flota de Fórmula 1, colocarla a buen precio entre los aficionados y aprender mucho más rápido acerca de lo que funciona y lo que no en todo el proceso industrial para diseñar el nuevo coche del futuro.

Detalles de lujo

Las especificaciones del Ubuntu Edge todavía están abiertas, pero cualquier aficionado a la tecnología que sepa algo de móviles puede hacerse una idea y 'desear' el Edge antes siquiera de que exista. Por ejemplo, han explicado que el terminal será de una sola pieza metálica y con la pantalla protegida por un material de zafiro que es más resistente a arañazos que los actuales. El tamaño: 4,5 pulgadas, lo suficiente para manejarlo con una sola mano.


La cámara estará optimizada para hacer fotografías en condiciones reales, que suelen ser poca luz, ignorando las batallas por los megapíxeles. Para conectar a redes GSM/3G/LTE/4G se utilizarán dos antenas LTE y para el gestionar todo el software un procesador –ni siquiera se ha dicho cual– que sea multicore, con 4 GB de RAM y 128 de RAM de almacenamiento. Para que nos hagamos una idea, 128 GB de almacenamiento es más de lo que tienen muchos teléfonos e incluso ultrabooks con memoria Flash. La batería sería de ánodo de silicio, una tecnología previsiblemente con más duración que las actuales. Definitivamente un gadget potente sobre el papel.



En cuanto a sistema operativo, la sorpresa es que no solo funcionará con Ubuntu para móviles –una de las más populares sino también con Android. De este modo al arrancar el teléfono el usuario podrá elegir entre un sistema operativo u otro: la innovación o las aplicaciones clásicas. Para no prescindir del mejor software se puede usar el amplio catálogo de Android; si se quieren probar cosas nuevas, Ubuntu puede ser lo mejor.



De momento el concepto ya está planteado. A diferencia de otros proyectos que entran en el campo de la especulación e incluso de la estafa, este tiene la ventaja de ser de una compañía bien reconocida y absolutamente seria. 



La única cuestión ahora es si llegarán a la cifra propuesta: 32 millones de dólares son muchos y el arranque ha sido bueno, pero los inicios siempre son rápidos y el desenlace complicado. Eso sí: han anunciado que si no se consigue la financiación completa –o aparece algún ángel salvador de última hora que compre algunos cientos de terminales– no fabricarán el Edge, y se concentrarán en los teléfonos móviles existentes para trabajar sobre ellos.

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