Aldeanos chinos creativos.

Zhang Wuyi trabaja en su submarino artesanal en la provincia de Hubei.

 El granjero chino Yang Youde con su cañón hecho por el mismo cerca de sus tierras en las afueras de Wuhan, provincia de Hubei. Construido para defender sus campos contra los desarrolladores inmobiliarios que quieren su tierra, el cañón de Yang cuenta con una carretilla, tubos y cohetes.

 Zhang Wu Yi en su submarino casero en la provincia de Hubei, China. Espera que los pescadores compren su submarino, según él,  'pequeño y simple” que pueden transportar a dos personas y sumergirse a una profundidad de 30 metros. La nave tiene paredes de hierro forjado, tanques de oxígeno y cámaras de vídeo. 

Cada submarino exige un mes de construcción y un costo de 31 mil dólares de fabricación.

El granjero chino Zhang Xuelin sentado en su avión durante unas  pruebas de vuelo en Jinan, China.

Zhang ha querido volar un avión desde que tenía doce años. Después de abandonar la escuela, decidió que quería construir una aeronave a partir de una motocicleta vieja, contrachapado y algo de plástico. Mide 3,4 metros, pesa más de 230 kg y le costó a Zhang 130 dólares en construcción.

Por desgracia, el avión no despegó, pero eso no hizo que Zhang se rindiera.

Ding Shilu, un mecánico de automóviles, intenta volar su aeronave casera que tiene un motor de motocicleta. Ding utilizó materiales reciclados y llevó el peso del avión a 130 kg.

Li Jingchun trabaja en su avión de pasajeros en su casa, en la aldea de Xiahe, China. Hasta el momento, Li gastó más de 6.400 dólares en su proyecto.

El empresario Yang ZongFu invirtió dos años y 97.994 dólares para construir su propia cápsula para desastres de emergencia en caso de climas fuertes o catástrofes naturales. Apodado el 'Arca de Noé', Yang insiste en que una familia de tres podría vivir segura ahí dentro durante diez meses.

Sin embargo, la cápsula todavía no es resistente al agua y la puerta se abrió de golpe en una prueba de impacto. Parece que a Yang todavía la falta para perfeccionar su refugio de seguridad.

En la provincia de Jilin, Sun Ji Fa hizo unas manos prostéticas para facilitar su trabajo. Perdió ambos miembros en una explosión relacionada con la pesca. Las prostéticas hechas por él le permiten apretar y sostener por medio de poleas y cables que controla con los hombros.

 Matt Hope no es chino, pero este bretón que vive en Caochangdi, un distrito artístico de Pekín, China, creó una bicicleta con su propia instalación de filtro de aire.

Hope recurrió a sus conocimientos de ingeniería y amarró un generador propulsado a rueda a un sistema de filtrado que pasa el aire a través de un cubo de basura perforado. El aire filtrado después se canaliza al ciclista por medio de una manguera y una máscara.

Pekín es conocida por su baja calidad de aire, que suele andar al límite de ser un peligro para la salud pública con todas las de la ley.

 Un hombre de la etnia uigur, Abulajon conduce una motocicleta gigante, hecha con sus propias manos, durante una prueba en el condado de Manas, Xinjiang. Abulajon invirtió un año y 1.300 dólares en su motocicleta, que alcanza la velocidad de 40km/h.

 Gao Hanjie trabaja en su helicóptero en Shenyang, provincia de Liaoning. El diseñador gráfico y fanático de los helicópteros dijo que planea volarlo a modo de proyecto personal.

 Lei Zhiqian monta su bicicleta sobre el agua en el río Hanjiang, en la provincia de Hubei, China. La bicicleta de Lei está modificada con ocho contenedores de agua vacíos en la parte de abajo, un invento que él espera poder comercializar.

 El granjero Shu Mansheng fabrica un octocóptero de 5,8 metros de diámetro en el pueblo de Dashu. Shu ha gastado casi 2.000 dólares en su plato volador, que está potenciado por ocho motores de motocicleta.

Shu se convirtió en un autodidacta de la mecánica y la electrónica para construir su octocóptero, que logró volar con éxito a una altura controlada de unos 2 metros por más de 30 segundos.

 Zhang Yali saca su bicicleta casera gigante a dar una vuelta en la provincia de Jilin, China.

Zhang pasó tres meses armando esta bicicleta enorme con partes de vehículos que obtuvo en mercados de pulgas de y autos usados. La bicicleta, que pesa una tonelada y tiene una altura de más de 3,2 metros, está prevista como un regalo para su hijo, que trabaja en una empresa de animación china en Shenzhen.

 Un grupo de hombres en el río Yangtze, China, abordo del submarino casero construido por Li Yuming.

Li, un zapatero jubilado, recibió un permiso oficial del gobierno para construir submarinos. El submarino de tres metros de largo se sumerge a una profundidad de 20 metros y puede transportar a dos adultos y un niño.

 En Pekín, China, el granjero chino Wu Yulu construyó un robot que puede colocar bombillas de luz.

Wu comenzó con su hobby en 1986 y al poco tiempo se endeudó en 5.553 dólares debido a su pasión. Sin embargo, su perseverancia se vio retribuida, lo invitaron a mostrar más de 30 de sus robots en la Expo Mundial de Shanghái. También recibió una serie de premios en reconocimiento de sus creaciones, y contratos con universidades.

 Wu Yulu con otro de sus inventos: un robot que arrastra un carrito estilo oriental. 

 Han Yuzi, de 63, inventor, sostiene una de sus creaciones: un peine para el cabello que hace las veces de instrumento musical de mano, en Guangzhou, China. El instrumento mide 126,2mm de largo y 48,6mm de ancho y pesa 68 gramos.

Una jovencita monta un monociclo construido por Li Yongli, un inventor chino, en Shanghái

Zhao Xiuguo lleva su auto de F1 a una prueba de manejo en Tangshan, China.

Zhao y su hermano tienen un taller pequeño de reparación de motocicletas y, desde hace 17 años, utilizan sus ahorros para construir autos de carrera artesanales.

 Wu Zhongyuan muestra su helicóptero de madera en Jiuxian, China.

 Tao Xiangli hizo su submarino de 1,6 toneladas a mano a partir de barriles metálicos que le llevó más de un año de investigación y construcción, con un costo de 4.600 dólares. Su creación de seis metros tiene capacidad sólo para una persona y cuenta con medidores de presión, cámaras de vigilancia, un televisor, una reserva de oxígenos y faros. Tao también mencionó que se puede sumergir hasta una profundidad máxima de diez metros.